Frankestein y Drácula, ¿hermanos de sangre?

Frankestein

Dos exitosos escritores, la británica Mary Shelley y el irlandés Bran Stoker, se apoyaron en dos mitos de la literatura de terror y en una misma tradición cultural originaria de Europa del Este para inventar a sus monstruos.

¿Qué tienen en común Frankestein y Drácula?

La mujer relató en su obra a Adan, un zombi de casi dos metros y medio de altura quien fue abandonado desde su nacimiento y repudiado por su aspecto y fue creado en laboratorio por un doctor loco de apellido Frankestein que al reunir partes de distintos cuerpos le daría vida.

Asustado vaga por el bosque en busca de alguien que le acepte por quién es y no por su semblante. A kilómetros de distancia, Stoker se inspiró en un elegante y sofisticado conde llamado Drácula que se vale de la noche para aterrorizar a los vecinos y alimentarse con su sangre.

Supuestamente, las obras de ambos dramaturgos se ciñen en una costumbre cultural gótica, fenómeno social acontecido en Gran Bretaña en el siglo XIX. Las Penny Dreadful, una serie de la televisión británica-estadounidense de suspenso, cuya invención está ambientada en el Londres victoriano.

Diferencias entre dracula y frankestein

Según el profesor de la Universidad de Exeter, Nick Groom argumenta en su reciente libro que las dos ficciones son realmente hermanas de sangre, ya que hay caracteres vampíricos de la imagen icónica narrada por Shelley en su novela divulgada en 1818.

Aunque Frankestein apareció 80 años antes que Drácula, los orígenes de la obras son textualmente iguales dice Groom, quien considera que los vampiros no fueron concebidos por los autores, sino por médicos y funcionarios entre 1720 y 1730.

Esto no solamente desató una amplia discusión médica, sino también llamó la atención de filósofos y teólogos, ya que los primeros datos que se inscriben sobre dichos clásicos era que los vampiros se levantaban de entre los muertos y asfixiaban a sus más cercanos amigos o familiares antes de chuparles la sangre.

Hubo una alarmante cantidad de testigos quienes afirmaban la presencia de estas criaturas de la noche y los médicos confundidos, buscaban evidencias forenses sobre ellas.

Por una parte Mary Shelley ideó a Adan, un monstruo que imitaba las habilidades de los chupadores de sangre, atacando a los parientes más cercanos de su creador Víctor, para finalmente ser quemado en una hoguera.

En el siglo XVIII se estimaba que la cremación era una manera segura de deshacerse de la criatura, método que se legitimó después en 1885.

Monstruo Frankestein

La autora también introdujo los avances de la medicina y la ciencia en su novela, atraída por las pesquisas del doctor John Polidori creador del vampiro romántico y las ideas de anatomía de su pareja, Percy Shelley.

Como señala el experto, el primer cuento de vampiros en inglés y Frankestein fueron concebidos durante el verano de 1816 en una villa a orillas del lago Lemán. Las dos historias guardan similitudes que han sido obviadas. El artífice de Víctor Frankestein no es evidentemente un monstruo, pero está metido en un aura psicótica de vampirismo.

Mientras el conde Drácula, un muerto viviente o vampiro de Transilvania fue fundamentado en un personaje histórico llamado Vlad Tepes, conocido como Vlad el Empalador, un cruel príncipe de Valaquia en el siglo XV cuyos cuentos que se escuchaban en Europa oriental eran aterradores.

Vlad acostumbraba a someter a sus enemigos a pena de muerte por empalamiento (técnica de ejecución donde la víctima era traspasada con una estaca en cualquier parte del cuerpo).

La historia relata a un elegante conde Drácula, quien recibe en su castillo a Jonathan junto con su prometida Mina. El anfitrión resulta enamorarse locamente de la mujer y con sus artimañas logra seducirla y convertirla en vampiro igual que él.

Un doctor amigo de la pareja valiéndose de sus conocimientos sobre vampiros, busca en los aposentos del conde y consigue un ataúd donde vivía Drácula realmente y antes del atardecer corta su garganta con un cuchillo kukri mientras Quincey, otro amigo de Jonathan, lo apuñala en el corazón.

Previamente y a petición de la joven, el corazón es atravesado por una estaca para salvar su alma.

Más allá de los argumentos hay una historia tras estas creaciones. Cuentan historiadores que Lord Byron y John Polidori, junto con la pareja Percy y Mary Shelley, acostumbraban a mantener veladas nocturnas donde debatían sobre temas de la vida.

En una oportunidad decidieron relatar cuentos de terror aprovechando el clima, la borrasca y además el ambiente fúnebre de la mansión que ayudaba a la imaginación.

Dracula

Esa noche Byron retó al grupo a escribir un relato de terror cada uno. Solamente Mary asumió el reto e inspirada por una pesadilla sobre un ser que volvía a la vida después de una descarga eléctrica, escribió Frankestein que concluyó años más tarde.

Stoker tuvo el concepto de su novela desde 1890 aunque tardó siete años en publicarse. Esta se plasmó en notas de libretas, diarios y servilletas. Sugestionado por una chica llamada Mercy considerada la última vampira de Nueva Inglaterra, completó la obra que tenía gran parte planificada en su mente.

Curiosamente los novelistas nunca se conocieron, de hecho Shelley murió cuando Stoker era un niño de cuatro años.

Con el tiempo sus relatos adquirieron prestigio y como se sabe cada personaje tiene un origen, pero el convertirse en íconos se debe en buena parte a la industria del cine. Legendarios actores como Bela Lugosi y Boris Karloff fueron los garantes de germinar en los estudios de Hollywood dos interpretaciones contemporáneas del mito en 1931.

Drácula y Frankestein: Fueron tan magistrales que sellaron para siempre sus carreras y personalidades.

También hubo escritores de la televisión que popularizaron una comedia donde los dos personajes clásicos de la literatura de terror, cohabitaban como familia con nombres propios. Drácula (Sam) y Frankestein (Herman Monster), suegro y yerno respectivamente. La serie se denominaba ‘The Munsters’ era presentada en la CBS y como contraparte, la cadena ABC también tenía su propuesta ‘The Adams family’.

Frankestein y Drácula forman parte de una creación simbólica del horror moderno, son los ideales de una sociedad que anhelaba descubrir los secretos de la naturaleza, inmortalidad y experimentación científica.